El Dogo del Tíbet es originario del Tíbet y se encuentra clasificado dentro del grupo 2, de la Federación Cinológica Internacional (FCI), Perros tipo pinscher y schnauzer, molosoides, y perros de tipo montaña y boyeros suizos Sección 2: Molosoides.
También se los conoce con los siguientes nombres: Tibetan Mastiff, Dogue du Tibet, Tibet-Dogue o Do-Khyi.
Origen y uso histórico del dogo del Tíbet
Antigüedad de la raza
El dogo del Tíbet es una raza canina de origen milenario, con una historia que se remonta a más de 2.000 años antes de Cristo. Su linaje ancestral ha perdurado a lo largo de los siglos, conservando las características distintivas que lo hacen único.
Esta antigüedad le confiere un aura de misticismo y tradición que lo distingue de otras razas caninas.
Utilización como perro de trabajo y guardián
Desde sus orígenes, el dogo del Tíbet ha sido un perro de trabajo indispensable para los pastores nómadas del Himalaya. Su imponente tamaño y fortaleza lo convierten en un aliado valioso para proteger y cuidar los rebaños en las duras condiciones de la región.
Además, ha desempeñado un papel crucial como guardián de los monasterios tibetanos, velando por la seguridad de estos sagrados lugares.
Influencia de la ocupación británica de la India
Durante la ocupación británica de la India en el siglo XIX, occidente tuvo la oportunidad de conocer más de cerca al dogo del Tíbet. Los británicos se fascinaron con esta majestuosa raza y llevaron algunos ejemplares a Europa, contribuyendo así a su difusión en otras partes del mundo.
Esta influencia extranjera permitió que el dogo del Tíbet ganara reconocimiento y admiración fuera de su tierra natal.
Características de la anatomía y apariencia general del Dogo del Tíbet
Apariencia general
El dogo del Tíbet se destaca por su tamaño gigante y su estructura sólida. Puede llegar a medir hasta 85 centímetros de altura y pesar entre 100 y 110 kilos.
A pesar de su imponente presencia, este perro es ágil y musculoso, lo que le otorga una combinación perfecta de fuerza y movilidad.
Diferencias entre las líneas europeas y chinas
Existen diferencias en los estándares de la raza del dogo del Tíbet entre las líneas europeas y chinas. Estas diferencias se encuentran principalmente en características físicas como la forma de la cabeza, los ojos, la boca, el cuello, las patas, el manto y los colores permitidos. Cada línea tiene sus propias particularidades y estándares, pero todas mantienen la esencia poderosa y majestuosa de esta raza ancestral.
Cuerpo
Es poderoso y, en relación a la altura a la cruz, levemente más largo. Su esqueleto es bien equilibrado con huesos fuertes.
- Dorso: Es recto, robusto. La grupa es amplia y suficientemente plana.
- Pecho: Amplio y penetrante hasta llegar por debajo de los codos. La caja torácica se asemeja a una forma de corazón, gracias a la curvatura de sus costillas.
Cabeza
Es grande y fuerte, reflejando su poderío físico. Además, posee una expresión seria que añade a su apariencia imponente.
- Cráneo: Posee la protuberancia occipital muy marcada, además tiene un gran tamaño y es ligeramente redondeado.
- Depresión foso-nasal (stop): Bien marcada.
- Hocico: Es amplio y profundos, con grandes labios que caen cubriéndole el maxilar inferior.
- Trufa: Dependiendo del color del animal generalmente son bien oscuras y anchas, con ventanas nasales bien abiertas.
- Mandíbulas: Son firmes y la mordida es completa, correcta, que cierra en tijera o en pinza.
- Ojos: Se encuentran bien separados entre sí, posicionados en forma oblicua, son alargados y medianos.
- Orejas: Colocadas a media altura, son triangulares y de tamaño medio. Caen hacia adelante bien pegadas a la cabeza. Cuando presta atención a algo, o mantiene en atención las apunta hacia adelante.
Cuello
Es robusto, musculoso, combado, con poca papada.
Se encuentra recubierto por una melena áspera y densa. Es más notoria en los machos.
Patas
Los pies son grandes, redondeados, fuertes y compactos, los dedos son bien curvados y en general con mucho pelo entre ellos. En ocasiones en las patas traseras puede haber presencia de espolones.
Los miembros anteriores están rectos y con angulaciones bien marcadas, recubiertas de un denso pelaje.
- Hombros: Se muestran musculosos y con una buena inclinación.
- Antebrazos y brazos: Son robustos y rectos. Los metacarpos son fuertes y sutilmente inclinados.
- Codos: Bien rectos y centrados.
Los miembros posteriores poseen músculos bien desarrollados y potentes, con una angulación bien marcada. Desde atrás se ven paralelos entre sí.
- Piernas: Tienen un musculatura larga, robusta, desarrollada, poderosa, pero no muy marcada.
- Rodillas: Las articulaciones están bien anguladas.
- Corvejones: Se encuentran ubicados cerca del suelo y son fuertes.
Cola
Está incrustada alta, siguiendo la linea del dorso, es gruesa, de un largo medio, bien cubierta de un frondoso y largo pelaje.
Suele llevarla de manera laxa y enroscada con está en estado de atención o alerta.
Pelaje
Tiene dos capas de pelo. La interna que está compuesta por una lanilla densa que los protege de las bajas temperaturas, y se vuelve más ligera para las temporadas más cálidas. El manto externo es hirsuto, grueso, largo, frondoso, y áspero, principalmente en los machos. A la altura de los hombros y del cuello ostenta una espesa melena.
- Color: El pelaje de estos animales presentan tres diferentes tonalidades, que son un azúl, negro intenso o de un dorado que puede mostrarse desde un bayo intenso a un rojo profundo. En algunos individuos puede llegar a tener, en el pecho una estrella blanca o manchas chiquitas en los pies.
Temperamento y comportamiento del Dogo del Tíbet
Tranquilidad y afecto hacia la familia
El Dogo del Tíbet es conocido por su naturaleza tranquila y su gran afecto hacia su familia. Es un perro cariñoso que establece fuertes vínculos con sus dueños y disfruta de pasar tiempo junto a ellos.
Es leal y protector, mostrando una devoción inquebrantable hacia su familia.
A pesar de su tamaño imponente, es un perro tranquilo en el hogar, capaz de adaptarse a la vida en interiores siempre que reciba suficiente ejercicio y estimulación mental.
Protección del hogar y territorio
El Dogo del Tíbet tiene un instinto natural de protección hacia su hogar y territorio. Es un guardián vigilante y desconfiado con los desconocidos, lo que le convierte en un perro de gran utilidad como perro de guardia.
Esta actitud protectora es parte de su naturaleza ancestral como perro de trabajo utilizado para proteger a las familias y rebaños en el Tíbet.
Sin embargo, es importante socializar al Dogo del Tíbet desde cachorro para que aprenda a relacionarse de manera adecuada con personas y otros animales sin volverse agresivo.
Necesidad de educación y socialización desde cachorro
Debido a su carácter independiente y, en ocasiones, testarudo, es fundamental proporcionar una educación adecuada al Dogo del Tíbet desde temprana edad.
La socialización temprana es especialmente importante para garantizar que el perro se acostumbre a diferentes situaciones y personas, lo que ayudará a prevenir comportamientos indeseables en el futuro.
Además, el Dogo del Tíbet requiere una figura de liderazgo firme y coherente en su educación para que entienda las normas y los límites establecidos.
Cuidados y aspectos de salud del dogo del Tíbet
Espacio necesario y adaptación a los cambios de temperatura
El dogo del Tíbet es una raza de gran tamaño y estructura sólida, por lo que requiere de suficiente espacio para vivir y moverse cómodamente. Es importante proporcionarle un área adecuada en casa o en el lugar donde habite, que le permita estirarse y descansar sin restricciones.
Además, debido a su origen en el Himalaya, este perro está adaptado a las condiciones climáticas frías, por lo que es recomendable evitar los climas húmedos y cálidos que pueden afectar su salud y bienestar.
Cepillado y cuidado del pelaje abundante
El pelaje del dogo del Tíbet es denso y abundante, por lo que requiere de cuidados específicos para mantenerlo en óptimas condiciones. Es necesario cepillarlo diariamente para evitar la formación de nudos y mantenerlo libre de suciedad y parásitos.
Además, durante la época de muda, es importante prestar una atención especial al pelaje, ya que se desprende una capa interior. Se recomienda utilizar cepillos adecuados y acudir a un profesional para realizar un adecuado deslanado.
Alimentación adecuada y mantenimiento del peso ideal
Debido a su tamaño y estructura, el dogo del Tíbet tiene requerimientos nutricionales específicos. Es importante proporcionarle una alimentación equilibrada y de calidad, adecuada a su edad, tamaño y actividad física.
Se aconsejable consultar con un veterinario para establecer una dieta adecuada para cada perro.
Además, es fundamental controlar el peso del animal y evitar la obesidad, ya que esto puede tener un impacto negativo en su salud, especialmente en las articulaciones.
Posibles problemas articulares
El dogo del Tíbet, al ser una raza de gran tamaño, puede presentar predisposición a ciertos problemas articulares, como la displasia de cadera y el desgaste articular. Es importante prestar atención a cualquier signo de malestar o dificultad en el movimiento, y acudir al veterinario para un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Además, se recomienda proporcionar un lugar cómodo para dormir y descansar, que cuente con una superficie acolchada que pueda aliviar la presión en las articulaciones.
Longevidad del Dogo del Tíbet
Su esperanza de vida oscila entre 10 a 15 años.
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